Galicia: el silencio administrativo como arma contra la sanidad pública

La Xunta de Galicia mantiene un silencio calculado mientras los sindicatos médicos O’MEGA y SIMEGA han dado un ultimátum que expira el 3 de octubre. No es un conflicto laboral más: es el colapso anunciado de un sistema sanitario que lleva 15 años perdiendo más de 3.000 profesionales mientras la administración de Alfonso Rueda maquilla cifras y niega evidencias. Este verano, el SERGAS cerró 810 camas hospitalarias y redujo las plantillas médicas en 243 profesionales, precisamente cuando las urgencias registraban saturación sistemática con esperas de hasta ocho días para conseguir cita en atención primaria.

La estrategia de negación sistemática del gobierno gallego choca frontalmente con la realidad que viven a diario los profesionales sanitarios. Los datos lo confirman: el Hospital Clínico de Santiago atiende regularmente más de 500 pacientes en urgencias con decenas de enfermos esperando en pasillos mientras existen 637 camas vacías por falta de personal. En Vigo, el Álvaro Cunqueiro deriva pacientes a clínicas privadas cuando no puede atender la demanda. En Pontevedra, los hospitales públicos trasladan enfermos al Quirónsalud Miguel Domínguez. La privatización encubierta avanza mientras el conselleiro Antonio Gómez Caamaño insiste en que no existe «colapso real».

Las demandas sindicales revelan la profundidad del problema estructural. Los médicos gallegos exigen mesas de negociación específicas para urgencias hospitalarias y extrahospitalarias, un espacio que la Xunta se niega a conceder sistemáticamente. Reclaman la aplicación efectiva de las 35 horas semanales –una realidad para el resto del personal del SERGAS menos para los facultativos–, el fin de la movilidad forzosa y el reconocimiento del tiempo trabajado en guardias como jornada efectiva. No son peticiones caprichosas: hasta 70 consultas diarias reportan algunos médicos de primaria, cuando el límite razonable establecido por los propios sindicatos sería de 30.

La evidencia científica respalda la urgencia de estas demandas. Un metaanálisis reciente publicado en Gaceta Sanitaria confirma que el 24% de los médicos españoles sufren síndrome de burnout, cifra que se eleva al 41% en profesionales de cuidados intensivos. En urgencias, donde la presión asistencial es máxima, el cansancio emocional afecta al 56,8% de los profesionales según estudios realizados durante la pandemia. No es solo un problema de bienestar laboral: el burnout médico está directamente asociado con errores clínicos, problemas de seguridad del paciente y menor calidad asistencial.

El patrón de gestión de la Xunta responde a una estrategia de deterioro programado. La Ley 2/2022 reconoce oficialmente «déficit estructural» en siete distritos sanitarios gallegos, pero las soluciones siguen siendo parches temporales. En abril de 2024 se cubrieron apenas 174 plazas de difícil cobertura, una respuesta cosmética ante un problema que requiere reformas profundas. Mientras tanto, la administración invierte en campañas publicitarias sanitarias y niega sistemáticamente la crisis que los propios datos oficiales confirman.

La amenaza de huelga del 3 de octubre no es un capricho sindical sino la respuesta lógica a años de deterioro sistemático. O’MEGA y SIMEGA, aunque minoritarios en el conjunto del SERGAS, tienen alta representatividad entre el colectivo médico –el 17% del personal sanitario– y sus demandas apuntan directamente al corazón del problema: sin condiciones laborales dignas no hay sanidad pública de calidad. La movilidad debe ser voluntaria, las guardias deben computar como trabajo efectivo, los descansos deben respetarse y las plantillas deben dimensionarse según necesidades reales, no según presupuestos recortados.

El silencio de la Xunta ante estas demandas es una declaración política: prefieren el conflicto al diálogo, el colapso a la inversión, la privatización encubierta a la defensa de lo público. Es el momento de decidir si Galicia tendrá un sistema sanitario público digno o continuará el camino hacia su desmantelamiento progresivo.

Fuentes:

  • Troponina.com – «La Xunta ignora el ultimátum médico mientras las urgencias gallegas se desploman» (23/09/2025)
  • GaliciaPress – Múltiples artículos sobre huelga médica y colapso urgencias (09-23/09/2025)
  • Público.es – «La Xunta deriva a clínicas privadas pacientes de urgencias» (16/10/2024 y 19/12/2022)
  • Gaceta Sanitaria – «Prevalencia del síndrome de burnout en médicos que trabajan en España» (2024)
  • ISCIII – Estudio sobre burnout médico (2024)
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