En abril de 2025, el Hospital Italiano de La Plata comenzó a detectar algo extraño: pacientes sin conexión entre sí desarrollaban neumonías graves con bacterias que no deberían estar ahí. Ralstonia pickettii y Klebsiella pneumoniae, patógenos ajenos al ecosistema hospitalario, aparecían en hemocultivos de personas que solo compartían un denominador común: habían recibido fentanilo. Lo que siguió fue una cascada de revelaciones devastadoras que expuso no solo un fármaco contaminado, sino un sistema de control sanitario desmantelado por la ideología del «Estado mínimo».
Las cifras hablan por sí solas: 96 muertes confirmadas hasta agosto de 2025, aunque fuentes judiciales sugieren que la cifra real podría ser mayor. De las 154.530 ampollas del lote contaminado producido el 18 de diciembre de 2024, 33.731 fueron administradas a pacientes antes de que se activara la alerta sanitaria. El laboratorio HLB Pharma Group, responsable de la producción, arrastraba irregularidades documentadas desde 2018: deficiencias en validación de procesos, documentación incompleta, liberación de lotes sin controles adecuados. La ANMAT había recomendado su cierre en 2019, pero la medida se diluyó en una simple inhibición.
El contexto político agrava exponencialmente esta tragedia. Desde diciembre de 2023, el gobierno de Milei recortó el presupuesto sanitario en un 48% en términos reales. Despidió a más de 2.000 empleados del Ministerio de Salud, 1.400 de ellos en cuestión de días. La ANMAT, el organismo que debería ser el guardián de la seguridad farmacéutica, opera con recursos mínimos y presión política máxima. El Instituto Nacional del Cáncer fue desmantelado, la Dirección de VIH perdió el 76% de su presupuesto, y programas esenciales como el Plan 1000 Días sufrieron recortes del 22%. Esta no es austeridad fiscal: es negligencia institucionalizada.
Las Buenas Prácticas de Manufactura (GMP) existen desde 1962 precisamente para evitar estas tragedias. Son protocolos internacionales que establecen controles en cada etapa: desde la materia prima hasta la distribución. Requieren trazabilidad lote-paciente, auditorías externas rotativas, liberación de lotes por terceros independientes. Nada de esto es ideología progresista o conservadora: es civilización básica. Es lo que separa a un medicamento de un veneno. Pero cuando el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, declaró que «la ANMAT me desprotegió», reveló involuntariamente la filosofía suicida del gobierno: considerar la regulación sanitaria como un obstáculo burocrático en lugar de una barrera vital.
Los profesionales sanitarios cargan con un trauma adicional. Administraron de buena fe un medicamento que terminó matando pacientes. La iatrogenia no intencional destruye vocaciones, genera culpas insoportables. Mientras tanto, en los hospitales públicos que ya enfrentaban un aumento del 20-30% en la demanda por argentinos que perdieron sus seguros privados, la escasez de insumos y medicamentos se volvió crítica. El sistema no solo falló en prevenir: está fallando en responder.
Las familias de las víctimas enfrentan un calvario judicial mientras el gobierno intenta desviar responsabilidades hacia administraciones anteriores, ignorando que el lote mortal se produjo y distribuyó bajo su gestión. No hay reparación posible para el vacío que deja un hijo, una madre, un hermano muerto por un sistema que priorizó el ahorro fiscal sobre la seguridad sanitaria.
La pregunta que debemos hacernos como sociedad no es si podemos permitirnos regulación sanitaria robusta, sino si podemos permitirnos no tenerla. Cada ampolla contaminada, cada muerte evitable, cada familia destrozada es el precio real del «Estado mínimo» en salud. La dignidad de las víctimas exige más que sumarios administrativos: exige un cambio radical en la concepción del rol del Estado en la protección de la vida. Porque cuando la fe reemplaza al control científico en la producción de medicamentos, no estamos ante un accidente. Estamos ante un crimen de Estado.
Dr. Ricardo Villanueva Troponina Press
Fuentes:
- Artículo original: troponina.com
- Wikipedia: Crisis sanitaria por fentanilo contaminado en Argentina
- CNN: La trama del fentanilo contaminado
- Chequeado: Las 5 claves del caso
- France24: Uno de los mayores desastres sanitarios
- La Nación: Presupuesto para Salud 2025
- teleSUR: Recortes presupuestarios de Milei
- AEMPS: Guía de Normas de Correcta Fabricación