COMUNIDA VALENCIANA: Sindicatos alertan del riesgo de desmantelar el SAMU frente a planes economicistas de la Conselleria

Los principales sindicatos sanitarios se han concentrado en València para denunciar un borrador de la Conselleria de Sanidad que, según aseguran, amenaza con diluir el SAMU y el SES-CV en los servicios hospitalarios de Urgencias. Mientras la administración niega oficialmente este proyecto, el personal sanitario advierte que cualquier intento de integración pondría en riesgo la rapidez de respuesta, esencial en emergencias vitales. La protesta refleja una preocupación de fondo: decisiones guiadas por criterios economicistas que anteponen recortes y cargos intermedios frente a la seguridad de pacientes y profesionales.


Los sindicatos SATSE, CCOO, UGT e Intersindical Salut se movilizaron este lunes frente a la sede de la Conselleria de Sanidad en València para mostrar su rechazo a lo que consideran un proyecto de desmantelamiento encubierto del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) y del Servicio de Emergencias Sanitarias de la Comunitat Valenciana (SES-CV). Según las organizaciones, un borrador de “Plan funcional para la atención urgente en el departamento de salud” plantea integrar estos dispositivos en los servicios hospitalarios de Urgencias, diluyendo su misión específica y poniendo en peligro la asistencia en emergencias vitales.

La Conselleria de Sanidad, por su parte, negó estar trabajando en esta línea y lamentó lo que calificó de “informaciones falsas y protestas sin fundamento”. Sin embargo, para los sindicatos, el mero hecho de barajar la idea constituye una amenaza lo bastante seria como para exigir una respuesta pública.

El borrador, al que aseguran haber tenido acceso, implicaría que el personal del SAMU deje de estar dedicado de forma exclusiva a la atención urgente extrahospitalaria, pasando a cubrir también tareas en Urgencias hospitalarias o en consultas de centros de salud. Una fórmula de “2×1” que, en palabras de los sindicatos, ralentizaría de forma dramática la capacidad de respuesta en emergencias. “En situaciones donde cada segundo cuenta, este cambio puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, remarcaron.

Actualmente, el SES-CV funciona como un servicio en alerta constante, capaz de movilizar ambulancias y equipos avanzados de manera inmediata. Cualquier intento de centralizar la atención en hospitales supondría, según los sindicatos, una pérdida de rapidez y coordinación. Pusieron como ejemplo la reciente DANA, donde la inmediatez en la movilización de recursos fue clave.

El plan, además, prevé que el personal del SAMU se integre en las plantillas estructurales de los hospitales, lo que equivaldría a vaciar de contenido al propio SES-CV. Esta medida contrasta con la reciente decisión de devolver a Alicante y Castellón la gestión provincial del CICU, que había estado centralizada en València durante dos años, con efectos muy negativos en la coordinación.

Otro de los puntos más polémicos es la creación de jefaturas intermedias en cada hospital para coordinar las urgencias extrahospitalarias, fragmentando la cadena de mando y multiplicando cargos. Los sindicatos denuncian que esta “obsesión” de la Conselleria por generar estructuras burocráticas, en lugar de reforzar plantillas asistenciales, responde a un criterio puramente economicista y de control jerárquico, en lugar de a las necesidades reales de pacientes y profesionales.

Los representantes sindicales advirtieron que seguirán movilizándose para impedir cualquier “agresión a la Sanidad pública valenciana”. A su juicio, el plan no solo socava la calidad de la atención en emergencias, sino que precariza el trabajo de los profesionales y pone en riesgo la vida de los pacientes al priorizar costes y cargos por encima de la seguridad asistencial.


Resumen

La posible integración del SAMU y el SES-CV en los servicios hospitalarios de Urgencias ha encendido las alarmas entre los sindicatos, que ven en este movimiento un riesgo directo para pacientes y profesionales. Mientras la Conselleria lo niega, el personal sanitario advierte que se perdería la rapidez y coordinación que hacen del SAMU un servicio vital. La creación de cargos intermedios y la dispersión de funciones solo reflejan una política cortoplacista y economicista, más pendiente de organigramas y presupuestos que de salvar vidas. Los sindicatos han dejado claro que defenderán la sanidad pública frente a cualquier intento de recorte encubierto. Detrás de este debate late una preocupación mayor: si la administración reduce la capacidad de respuesta en emergencias, no solo se precariza al personal, sino que se ponen en juego vidas humanas.


Visión Troponina.comsamu

Como médico de urgencias, sé que la rapidez lo es todo: un paro cardiaco o un politraumatismo no esperan a que un paciente sea derivado desde un mostrador hospitalario. El SAMU nació precisamente para eso: para llegar antes de que sea demasiado tarde. Por eso resulta incomprensible —y peligroso— que se plantee diluirlo en estructuras hospitalarias bajo la excusa de la eficiencia o el ahorro. La eficiencia real está en salvar vidas, no en multiplicar jefaturas ni en improvisar modelos de gestión. Lo que parece un simple movimiento administrativo puede acabar convirtiéndose en una tragedia silenciosa: retrasos en la atención, decisiones fragmentadas, profesionales agotados. No se trata de nostalgia corporativa, sino de la obligación ética de garantizar que cada persona reciba la mejor atención posible en el menor tiempo. Desde aquí, la exigencia es clara: proteger al SAMU no es defender un modelo, es defender el derecho a vivir.


Ficha de la fuente

Medio: Plaza / Europa Press
Autor/a: Redacción EP
Fecha: 14 de abril de 2025
Enlace: Plaza

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